La mayoría de aficionados al fútbol en Europa seguirán la final de la Champions League como espectadores neutrales, otros, más aficionados harán sus apuestas deportivas. No obstante, si decidiesen elegir el equipo al que prefieren apoyar en la final, ¿cuáles serían los mejores criterios a seguir para garantizar su entretenimiento?
Hemos repasado todas las finales de la competición desde la creación de la Copa de Europa en 1956 para establecer la conexión ideal entre sede, equipos protagonistas y árbitros.
Sede
La final de la Champions League se celebrará en Cardiff por primera vez, si bien el Reino Unido ya sabe muy bien lo que significa albergar un choque de esta magnitud. Se trata de la 12ª final que se disputa en tierras británicas, por lo que estas se convierten en el lugar más frecuentado por el partido más esperado de las competiciones de clubes. Las cifras goleadoras parecen ponerlo fácil a la UEFA a la hora de designar como sede un estadio británico. Con 33 tantos anotados en sus 11 finales anteriores solo Francia supera, ligeramente, esta media anotadora en sus finales acogidas.
Nacionalidad de los finalistas
Nada más celebrarse el sorteo de semifinales, que emparejaba a los dos representantes de Madrid y por tanto garantizaba un español en la final, la expectativa goleadora se disparó. Ello se debe a que las finales donde ha participado al menos un club de La Liga poseen una media de goles de 3.54, concretamente 85 dianas en 24 partidos. Este dato convierte a la competición española en líder absoluta de las cinco grandes ligas en el apartado goleador. A cierta distancia se sitúan los representantes de Francia o Italia, que cuentan respectivamente con una media de 2.46 y 2.33 tantos por partido en finales de Champions.
Anteriores campeones
Las estadísticas parecen demostrar que los equipos que buscan el título por primera vez sufren una presión añadida que afecta a su acierto goleador. En las nueve finales hasta la fecha donde ninguno de los contendientes sabía lo que era levantar la Champions League, la media goleadora se halla en unos pobres 2 tantos por partido. Sin embargo, siempre que alguno de los finalistas aparece en ella después de haber ganado el trofeo anteriormente el número de tantos aumenta. Así las cosas, a menos que la final de Cardiff mida a Atlético de Madrid y Mónaco no debería temerse a la hora de presenciar un buen número de goles.
Nacionalidad del árbitro
Los colegiados también juegan un papel importante en cada partido y la final de la Champions League no iba a ser menos. Echando la vista atrás observamos que los choques arbitrados por holandeses e ingleses poseen una media anotadora mucho mayor que las conducidas por árbitros de otro país. Después de que Mark Clattenburg dirigiese la final de 2016 parece improbable que un inglés repita, aunque no hay que perder la esperanza de que la final de Cardiff cunte con un árbitro de Holanda.