El Boxeo vivió un momento álgido hace 18 meses cuando 4.6 millones de espectadores en todo el mundo se concentraron para seguir el combate entre Floyd Mayweather Jr y Manny Pacquiao. Sin embargo, ningún evento de este deporte se ha acercado siquiera al millón de seguidores desde entonces, dejando claro que aquella mediática pelea no fue si no el punto de partida hacia el declive.
Basta con apuntar que desde la retirada de los míticos Myke Tyson y Evander Holyfield sólo tres boxeadores han logrado mover de forma considerable a las masas. Estos no han sido otros que el californiano Óscar De La Hoya y los ya mencionados Mayweather y Pacquiao, un trío cuyos dos primeros integrantes ya se encuentran retirados mientras que el último de ellos cuenta ya con la edad de 37 años.
La última cita pugilística capaz de concentrar, sin la presencia de estas tres leyendas de la disciplina, a un millón de seguidores bien de manera presencial o mediante pago por visión tuvo como protagonista al británico Lennox Llewis. Eso sí, enfrente del londinense se encontraba nada menos que Tyson para ayudar a la masiva reunión de espectadores.
Los amantes del boxeo llevaban tiempo inquietos ante la posibilidad de que una nueva disciplina les destronase, habiendo sido finalmente la UFC la que ha liderado este traspaso de poderes. Esta modalidad de lucha libre está viviendo los mejores momentos de sus historia, pues en los últimos 12 meses ha registrado más de un millón de espectadores hasta en cinco ocasiones, guarismos el boxeo ha superado una única vez en el último año.
El extraordinario momento de la UFC se entiende aún mejor recordando que el ratio de audiencia de este deporte se situaba en una media de 50.000 espectadores hace tan solo 15 años. La personificación de este nuevo orden es sin duda el irlandés Connor McGregor, que ha revolucionado la disciplina con su técnica dentro del ring y sus innegables habilidades de ‘showman’ fuera del mismo.
Su poder de atracción es apabullante, como demuestra el hecho de que tres de sus cuatro primeros combates superasen holgadamente el millón de clientes en pago por visión, números que un reciente ilustre del boxeo como Floyd Mayweather ni siquiera logró rondar hasta que se cruzó en su camino con otro gran foco de atención como Óscar de la Hoya.
Con la presencia de McGregor y la existencia de rivalidades ya ilustres como la que mantiene con Nate Díaz o bien la que empieza a fraguarse entre el irlandés y Eddie Álvarez, no cabe duda de que el dulce momento de la UFC tiene muchas papeletas para seguir extendiéndose en el tiempo, mientras que los seguidores del boxeo no tienen más opción que esperar si quieren ver a su disciplina de nuevo en lo más alto.
